La personalidad es algo que se va forjando desde la infancia, el aprendizaje que realizamos para manejarnos en nuestra vida, para resolver los problemas, de manera que marca el modo en que los
relacionamos con los demás, nuestros sentimientos y nuestros modos de pensar.
Estos problemas surgen cuando la persona se hace rígida, y le resulta de gran dificultad tanto el comportarse, como el convivir en su entorno de día a día y en la sociedad en general, por
lo que la persona siente un gran malestar y provoca una inestabilidad afectiva y conductual.
Dado esto, los problemas de personalidad afectan a casi todos los aspectos del individuo, provocando insatisfacción e inadaptación.