Pero el gusanito estaba lejos y no lo escuchó.
Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto se escuchó la voz de un escarabajo.
Tras contarle su sueño al escarabajo, éste riéndose le dijo:
- ¡Ni yo con patas tan grandes, intentaría un sueño tan ambicioso!

Mientras la oruga avanzaba su camino se encontraba con otros animales: la araña, el topo, la rana, etc., Todos le aconsejaros desistir. 
- ¡No lo lograrás jamás! - le dijeron-

El gusanito hacia caso omiso y sentía un impulso que lo obligaba a seguir. Ya agotado sin fuerzas, a punto de morir, decide parar, descansar y construir un sitio donde dormir. 
- Estaré mejor- fue lo último que dijo, y murió.

Todos los animales del valle fueron a observar sus restos, habían construido una tumba a la insensatez, digno del que murió por querer realizar un sueño.
Una mañana, en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en su torno.
De pronto aquella concha empezó a moverse, agrietarse y abrirse. Vieron unos ojos, una antena que no podía ser la de la oruga muerta. Detrás salían unas hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos. 
UNA HERMOSA MARIPOSA

No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría. Se iría volando hasta la gran montaña y realizaría su sueño, el sueño por el que había vivido, había muerto, y había vuelto a vivir.

La vida consiste en perseguir tus sueños, sigue caminando y no hagas caso de aquellos que te dicen que no puedes alcanzarlo. ¡Si en algún momento necesitas hacer un alto en el camino y hacer un cambio, hazlo, busca otra manera de ver las cosas, otras posibilidades y nuevas herramientas, pero no te detengas
¡HAZLO!