Vivimos en la era de las distracciones: televisión, móvil, trabajo, prisas,etc.

¿Eres capaz de contar de 1 al 10 sin que tu mente se distraiga en otros pensamientos?

La clave está en la Atención Plena,

empieza a vivir en el presente.

Centrarse en el presente:

Se trata de centrarse y sentir las cosas tal y como son. Concentrarse en ancla, como tu respiración, tu cuerpo, algún sonido, o tus pensamientos. No consiste en cambiar algo negativo en positivo, ni tampoco en ejercer control. Se trata de no perder la experiencia presente, y no dejar de perdernos en lo que tendría que suceder o sucedió.

Apertura a la experiencia:

Pasamos mucho tiempo interpretando hechos, en lugar de abrirnos a nuestras emociones y a los estímulos que nos rodean. Nos aferramos a la idea de que las cosas sean de una manera determinada y esto nos impide fluir en nuestras ideas. Centrándonos en el presente dejamos que las sensaciones lleven a otras, de manera de natural, si prejuicios. Por lo tanto, consiste en dejar correr, abrirnos a las experiencias y los hechos, aprendiendo de ellos.

Aceptación incondicional:

Consiste en no hacer ningún tipo de valoración. Las cosas son como son. Aceptar las experiencias, las relaciones entre ellas, como normales y naturales. Cuando nos esforzamos en no aceptar y rechazar cierto tipo de experiencias o emociones como la tristeza, el enfado o el malestar estamos huyendo de algo que es preciso para vivir. Por lo tanto, si tienen su utilidad y nosotros las rechazamos, realmente estamos impidiendo que se modifiquen, ya que no atendemos a sus necesidades. Precisamente aceptar radicalmente cualquier sensación, contribuye a seguir avanzando. Aceptar algo no significa que no vayan a cambiar o que no pueden cambiar.

Paciencia, sin esfuerzos:

Puede pensarse que el mindfulness resuelve nuestros problemas por arte de magia, y esto nos pone unas expectativas demasiado grandes que nos impiden disfrutar del proceso mismo. Y,paradójicamente, los mayores beneficios llegan del no esfuerzo. La práctica de la atención plena necesita tener paciencia, evolucionar progresivamente y sentir cada instante (a pesar que en algunas ocasiones nos impacientemos por salir). Tener paciencia es una cualidad muy útil para cuando la mente esté agitada. 

Confianza, Conocimiento y Compasión:

Confía en ti mismo, en tus sentimientos y tu experiencia. Se consciente de tu sabiduría y no te cierres a seguir creciendo. Si prestamos atención a lo que sabemos, podemos seguir buscando cosas nuevas y aprendiendo de ellas. Esto conlleva que, en toda experiencia, podemos cometer errores, o sentirnos desolados. Saca a tu parte más sabia y deja que cuide del nuevo aprendiz, siendo amable, bondadoso y compasivo.