El lenguaje es la expresión de nuestros pensamientos y emociones. Algo tan sencillo como coger un papel y un lápiz, puede aportarnos grandes beneficios.

El hecho de escribir sobre un papel nos permite, por un lado, ordenar, identificar y reconocer todas nuestras ideas, y por otro lado, nos ayuda sacarlo fuera y poder verlo con perspectiva, regulando emociones, sentimientos y pensamientos.

Todo esto hace que escribir nos ayude a conocernos, a ser más permisivos y respetuosos con nosotros mismos, y a poder descubrir diferentes maneras de resolver dificultades.

En fin, escribir sobre lo que pensamos o sentimos, no solo mejora el estado de ánimo, además, fortalece nuestro sistema inmunológico y amplía la actividad neuronal de nuestro cerebro.

¡Atención!, no estamos hablando únicamente de pensamientos e ideas negativas, puedes escribir sobre una sensación bonita, una historia con final feliz o fantasear con un objetivo a lograr.

¿Por qué no recuperar un hábito, o instaurarlo en 
nuestra rutina, si nos aporta tantos beneficios?
¡No lo dudes, dedícate 15 minutos al día y ponte a escribir!
Henar Campos, Psicóloga.